La Intuición
Los seres humanos somos, por naturaleza, intuitivos.
Sin embargo, conforme crecemos, la sociedad nos va moldeando y nos va enseñando que la mente es lo que cuenta, por encima de las emociones o los sentimientos, y que únicamente cuando una persona usa su razonamiento se le puede considerar como una persona inteligente. De modo que, poco a poco, vamos dejando de lado la parte intuitiva (tan nuestra, tan propia de todos los animales) y sólo de vez en cuando seguimos advirtiendo destellos de esa relegada intuición.
A menudo cometemos el error de identificarnos con la mente, como si nosotros fuéramos nuestra mente, o mejor dicho, como si nuestra mente fuera lo único que somos. Cometemos el error de darle a la mente el sitio privilegiado, el puesto número 1, como lo valioso de nuestro ser, le damos una importancia mayor que la que le damos a nuestro espíritu, a nuestro cuerpo, a todo nuestro ser.
Nuestra mente es sólo una parte del gran todo que somos nosotros.
Por: Adela Luna.
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